GUANAJA

21 de Febrero. Hoy decidimos soltar amarras en la Ceiba después de unos días de inestabilidad, volver a compartir días de la compañía del Milagro y, conocer a un amigable Norte-Americano Howard que navega solo con su velero llamado Gemini.

// Navegamos de la Ceiba a Guanaja sin problemas //

Partimos rumbo a Guanaja a las 20h, el tiempo está estable por unos cuatro días; solo tardaremos en recorrer las 64 millas unas 12h. Durante el trayecto el Lycka se resiente después de tantos meses parado en el varadero y el motor, por un momento, parece que vuelve a calentarse; pero quiere seguir navegando y seguimos hacia la nueva isla. Por el camino vemos un fenómeno inusual, ha entrado en la atmósfera un transbordador espacial por territorio Hondureño y vemos perfectamente el recorrido de la nave por encima nuestro.


22 de Febrero. Fondeamos delante del Cayo que está pegado a la isla de Guanaja.

// Situación de Bonacca sobre Guanaja //

// Vista aérea de Bonacca, Guanaja, Honduras //

Es un poblado muy singular este; la mayoría de la gente vive apiñada en este cayo en vez de vivir en la isla. Casi 10000 personas transitan por sus pequeñas calles en los quehaceres diarios, parece mentira que en tan poco espacio hayan formado un pueblo. Esto es así porque sus antepasados escogieron esta ubicación para protegerse de la plaga de moscos jejenes que tiene la isla.

El cayo se llama Bonacca. Sus gentes son amables y sencillas, tienen para vivir un poquito de todo: un banco, tiendas de ultramarinos, farmacia, ferretería, internet, policía, inmigración y autoridad portuaria. En un momento nos pusieron nuestros papeles en regla y nos dimos una vuelta por sus calles; así conocimos a Hugo, el propietario de uno de los negocios y un gran informador de todo lo que sucede por el pueblo.

// Vista desde el Lycka hacia Bonacca, sus casas al borde del mar //

// Paseando por las calles estrechas y canales //

// Pantalán de cargueros. Transporte de provisiones al Cayo //

// Pescador de Bonacca //

El mejor fondeo está un poco apartado del pueblo pero nos dirigimos a él, pues se espera un nuevo frente en estos días.

24 de Febrero. Echábamos de menos esta vida del fondeo, no es tan fácil como estar amarrados a puerto, pero tenemos todo el día para hacer las cuatro cosillas del mantenimiento diario, se acabó el trabajo duro.

Esta noche se prevé mal tiempo, tenemos casi 50 nudos de viento.

// El motor del dingui vuelve a fallar, como siempre //

26 de Febrero. Con la colaboración de la autoridad de inmigración, arreglamos nuestra salida de Honduras, el visado hace un mes que nos caducó y la multa que nos piden es demasiado alta, así que le decimos: tu nos ayudas y nosotros te ayudamos (expresiones que aprendemos por aquí!!). Económicamente salimos ganando los dos, así le dimos a él la mitad del precio y lo arreglo.

// Tomamos un buen refresco en uno de sus bares //

1 comentario:

David dijo...

Que bien ¡¡¡ ya volveis a estar en la mar ¡¡¡¡ besos sobrino David