lycka: CUBA / CIENFUEGOS

8 de Abril. Salimos hacia Cienfuegos. Mañana debemos renovar el visado ya que llevamos un mes en Cuba.

9 de Abril. Llegamos a la gran bahía de Cienfuegos. En la entrada encontramos la Fortaleza Colonial y la cúpula de la inacabada Central Nuclear Soviética. Tardamos una hora de reloj en adentrarnos hacia la marina. Aquí nos reciben las autoridades pero, esta vez, son los guardacostas y inmigración quienes nos revisan los papeles.

// Entrada a la Bahía de Cienfuegos //

// Nos tienen controlados //

Aquí, en Cuba, la población está muy controlada y, por ese motivo, los veleros están extremadamente controlados por los de la aduana y los guarda fronteras. Tienen miedo de que nos llevemos del país a algún cubano y, es por ello, no podemos fondear con libertad sin que se queden con nuestros papales.

// Alboroto los domingos en la playa de la Marina //

La intención es pasar en esta marina el tiempo suficiente para conocer el norte y el centro de la isla con nuestra hija Mariona y Juan, su compañero de viaje; ellos vuelan esta semana desde Bcn para conocer Cuba y Guatemala con nosotros.

Vamos a inmigración para renovar nuestro visado por el que tenemos que pagar 25 CUC en sellos por persona para pasar nuestro segundo mes en la isla, pero no hay posibilidad de renovar para un tercer mes como teníamos entendido. Primer problema, hemos recorrido la seca y la meca para que nos concedieran unos días más de visado, un error de información no nos dejará tiempo suficiente para estar con nuestra hija mucho tiempo más en Cuba. Se nos acaba el visado el 10 de mayo, dos meses después del día de nuestra entrada en el país.

// Marina Marlin Cienfuegos //

// Vistas desde la Marina del Casino de estilo neoclásico //

11 de Abril. Recorremos un poco la población de Cienfuegos, no es demasiado grande. El centro se encuentra subiendo por el malecón; una gran avenida con paseo central cruza la ciudad y, a medio camino, una calle peatonal llamada el Boulevart conduce al caminante hacia la plaza de José Martí.

// El Boulevart de Cienfuegos nos conduce a la plaza José Martí //

Allí está el ayuntamiento con su cúpula roja, la catedral de dos torres gemelas y el teatro de Tomas Terry, uno de los edificios más famosos. Es una ciudad de estilo neoclásico fundada por los franceses. A lo largo del malecón se encuentran grandes mansiones bien conservadas de este estilo y la población, en su mayoría, tiene la piel muy clara y los ojos azules, legado de la inmigración francesa.

// Teatro Tomas Terry //

// La Catedral con sus dos torres gemelas //

// El ayuntamiento con su famosa cúpula roja //

Recorremos a diario sus bien tratadas calles en forma de damero. Las que van de norte a sur se denominan calles, y las que van de este a oeste se denominan avenidas.

Nos movemos con guagua desde la Marina al centro, o con coche de caballos. Esto ya es más turístico y en vez de un peso nacional nos piden 1CUC (24 veces más) por persona. Es la lucha diaria que tenemos con la doble moneda!! Es lo único que nos molesta del pueblo cubano, ese saqueo de divisas que para ellos tenemos la obligación de pagar como turista.

// Nos vamos de paseo con nuestro amigo AYO //

Al igual que en Santiago de Cuba, compramos en el mercado con moneda nacional: fruta, verdura y carne de cerdo buenísima. A diferencia con Santiago, al estar los comercios agrupados en una sola calle, somos capaces de descubrir y acceder a ellos nosotros solitos, pues el cubano es muy reacio a facilitarnos sus productos en moneda nacional. Así descubro dos librerías y me compro lectura de su gran héroe, el pensador José Martí.

// Compramos y pagamos como cubanos //

Coppelia es una heladería del estado. Marcelo, Marina, Salva y yo luchamos a diario con la gran cola que aguarda en la puerta para comernos cinco bolas de helado por tan solo 2,5 pesos nacionales, con unas cucharas de aluminio que tienen más años que yo.